Pensando en ti, me di cuenta que cuando te pienso siempre eres mejor que cuando te veo, porque cuando te veo estás afuera, y entonces así son las cosas, no eres diferente... eres como cualquiera, con tu vanidad y exhibicionismo: me decepcionas, yo tan sólo quería encontrar ese ser especial que creí ver en tus ojos, pero sólo fue una creencia, como esas de las que tanto reniegas, ahora entiendo porqué te aferras tanto a lo mundano y no a lo espiritual, lo espiritual a veces te pierde... como yo me perdí algún día en sueños hermosos en los que estabas pero tan sólo como una ilusión.
Pasajero todo esto tal vez sea, yo quisiera mejor sacar mi cabeza para respirar de este océano que ahora me ahoga, puedo hacerlo... pero quisiera vivir en él, sumergirme para siempre en la incertidumbre de lo que eres, de lo que muestras ser.
Para nosotros no será necesario un adiós, porque estamos perdidos, nos perdimos uno al otro; el camino de regreso está bifurcado y ninguno se ha atrevido a tomar alguna senda porque una puede conducirnos al otro y la otra conducirnos a no vernos nunca más. Estubimos en el impetuoso frenesí de amor que tanto intentamos recuperar, pero ya no estamos y lo que sigue será crecer, más crecer es difícil porque dejas cosas atrás, más crecer depende de nosotros mismos y culpando todo lo demás no lo haremos.
Yo sigo aquí, esperando como esperan los condenados a muerte la libertad o un milagro, sin buscar un final de nuestra historia porque la esperanza me ha cautivado en sus dominios y en mis intentos de huida he fallado miserablemente, no puedo decir que quiero seguir creyendo, a decir verdad quisiera olvidarlo todo, pero qué hacemos si lo que pasó es real aún y estamos uno con el otro...
Mostrando entradas con la etiqueta recuerdos; dolor; olvido; amor; corazón roto; solitariedad; despedida. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta recuerdos; dolor; olvido; amor; corazón roto; solitariedad; despedida. Mostrar todas las entradas
jueves, 14 de junio de 2012
jueves, 31 de mayo de 2012
10-jan-11
Le pedía al cielo que me diera tantas cosas, tan vanas, tan vacías... me enojé por ser de cierta clase de persona, porque en el mundo sólo hay dos. Yo quise creer, rehice mis sueños para no perder; pero al final sólo tuve flores putrefactas como compañía y muchos insectos voraces como siempre.
Y siempre bajo el sol ardiente, bajo la luna brillante, esquivé certeramente mi propio ser: nada más hay que esperar de los cobardes, ¡me rendí!... más de una vez, porque no quería las cosas que a tantos daba satisfacción. Quería algo más, pero no logré siquiera satisfacer mi deseo mas pequeño... me dejé llevar por los grandes males que nunca ignoré pero siempre invité a mi vida. Aquí estoy, sólo estoy porque a esto no se le llama vida, tengo flores marchitas el perfecto símbolo de mi paso por este mundo: agonía que carcome la belleza.
Así será por un largo tiempo: pasarán indiferentes sobre mi cuerpo, al lado mío, lejos de mí, cuando mucho mirando de reojo el lugar que me identifica; no siento nada porque supe desde el comienzo que así son las cosas y que oxidaría mi mente intentando cambiarlas, no puedo cambiar algunas cosas, ahora sé que si hay voluntades antagónicas a la mía no todo es posible... a veces quisiera pensar que soy fuerte, pero los fuertes hacen frente a quienes los dañan aunque siempre he pensado que la venganza es para los débiles, pero yo los dejo pasar y cultivo en mí el dolor eterno; una cosa hay que entender yo también solía ser de carne y hueso.
Y siempre bajo el sol ardiente, bajo la luna brillante, esquivé certeramente mi propio ser: nada más hay que esperar de los cobardes, ¡me rendí!... más de una vez, porque no quería las cosas que a tantos daba satisfacción. Quería algo más, pero no logré siquiera satisfacer mi deseo mas pequeño... me dejé llevar por los grandes males que nunca ignoré pero siempre invité a mi vida. Aquí estoy, sólo estoy porque a esto no se le llama vida, tengo flores marchitas el perfecto símbolo de mi paso por este mundo: agonía que carcome la belleza.
Así será por un largo tiempo: pasarán indiferentes sobre mi cuerpo, al lado mío, lejos de mí, cuando mucho mirando de reojo el lugar que me identifica; no siento nada porque supe desde el comienzo que así son las cosas y que oxidaría mi mente intentando cambiarlas, no puedo cambiar algunas cosas, ahora sé que si hay voluntades antagónicas a la mía no todo es posible... a veces quisiera pensar que soy fuerte, pero los fuertes hacen frente a quienes los dañan aunque siempre he pensado que la venganza es para los débiles, pero yo los dejo pasar y cultivo en mí el dolor eterno; una cosa hay que entender yo también solía ser de carne y hueso.
enero 10 2011
No alcanzo a entender porqué en mi memoria pesan más los malos recuerdos, si solía ser tan feliz que lo olvidé: era la niñez. No sé en qué consitía tal vez en no preocuparme por lo que el mundo podría hacer conmigo, no peocuparme por las culpas de cada quien... pero ahora soy la que pretende redimir a esta especie; pero nada pasa de pretensiones.
El yugo de mi memoria insiste en torturame con los recuerdos de tiempos felices, me los hace anhlear y me entristece saber que es sólo el pasado. Ayer, hace un mes, hace diez años: sólo es tiempo que ya no está; pero se inmoraliza en mis recuerdos, recordar por ejemplo la ilusión o el verdadero amor que estaba muy lejos de los cuentos baratos de Disney es algo que desarma mi ánimo y me hace querer terminar con lo que empecé, con una vida que siempre va hacia adelante. Lo que me queda para recordar algo de bondad en mí, son las palabras que se pierden arbitrariamente en mi cabeza, porque lo demás para mí es una quimera, no existe el amor sólo ansias a satisfacer emocionales o carnales, no existen buenas intenciones, no existe nada para una persona así en este mundo y en esta era, no existe un final feliz
El yugo de mi memoria insiste en torturame con los recuerdos de tiempos felices, me los hace anhlear y me entristece saber que es sólo el pasado. Ayer, hace un mes, hace diez años: sólo es tiempo que ya no está; pero se inmoraliza en mis recuerdos, recordar por ejemplo la ilusión o el verdadero amor que estaba muy lejos de los cuentos baratos de Disney es algo que desarma mi ánimo y me hace querer terminar con lo que empecé, con una vida que siempre va hacia adelante. Lo que me queda para recordar algo de bondad en mí, son las palabras que se pierden arbitrariamente en mi cabeza, porque lo demás para mí es una quimera, no existe el amor sólo ansias a satisfacer emocionales o carnales, no existen buenas intenciones, no existe nada para una persona así en este mundo y en esta era, no existe un final feliz
Suscribirse a:
Entradas (Atom)